jueves, 13 de agosto de 2009

solidaridad masculina

Una mujer está en la cama con su amante cuando oye al marido llegar.
- Vamos - le dice al amante - De prisa, quédate en pie allí en la esquina .

Rápidamente, ella cubre el cuerpo del amante con aceite y lo salpica con talco por encima y le dice:
- No te muevas hasta que yo te diga. Finge que eres una estatua.Yo vi una igualita en casa de los Almeida.

En eso, el marido entra y pregunta:
-¿Qué es esto?

Ella, fingiendo naturalidad:
-¿Eso? Ah, es sólo una estatua. Los Almeida colocaron una en el cuarto de ellos y me gustó tanto que compré una igual.

Y no se habló más de la estatua

A las dos de la madrugada, la mujer estaba durmiendo y el marido todavía está viendo TV. De repente, el marido se levanta, camina hasta la cocina, prepara un sándwich, agarra una lata de cerveza y va para el dormitorio. Allí, se dirige a la estatua y le dice:

-Toma, come y bebe algo, hijo de la gran puta. Yo me quedé dos días como un idiota en el dormitorio de los Almeida y ni un vaso de agua me ofrecieron.

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